Hay muchas cosas que decidir cuándo se organiza una boda, desde el vestido, al lugar de la ceremonia, pasando por supuesto por la lista de invitados. Muchas parejas se centran en cada detalle y olvidan algo que, en mi opinión, puede marcar una gran diferencia: la sesión preboda. Esta experiencia no es solo por los recuerdos antes del "sí, quiero", también tiene otros beneficios que merecen mucho la pena.
¿Qué es una sesión preboda?
Una sesión preboda es una sesión de fotos informal que se suele realizar semanas o meses antes de la boda. Es un momento para que la pareja se relaje frente a la cámara, lejos del posible estrés del gran día. Por lo general, se realiza en un lugar significativo para la pareja o en un entorno que refleja su estilo y personalidad.
5 razones por las que deberías considerar una sesión preboda
1. Romper el hielo con el fotógrafo de bodas (es decir conmigo): La sesión preboda es una maravillosa oportunidad para conocer al fotógrafo y crear una conexión. Esta sesión me ayuda a comprender mejor a la pareja, cómo interactuáis y qué estilos preferís. Además, de esta forma se genera una mayor confianza, algo fundamental para obtener fotos naturales el día de la boda.
2. Ganar confianza frente a la cámara: Si nunca te has enfrentado a una sesión de fotos profesional, a veces puede ser un poco intimidante. La sesión preboda te permite practicar y familiarizarte con el proceso. Esto reducirá los nervios y hará que el día de tu boda estés mucho más relajado, lo que te aseguro, se corresponde con imágenes más auténticas.
3. Crear recuerdos únicos antes de la boda: La vida antes de la boda está llena de momentos especiales y de sensaciones únicas. Una sesión preboda captura esta etapa tan emocionante, creando un recuerdo que se atesora para siempre. Además, estas fotos pueden ser perfectas para personalizar invitaciones, decorar la recepción o incluso como parte de un álbum especial.
4. Experimentar con estilos y locaciones: A diferencia del día de la boda, donde el tiempo y la logística pueden limitar más, la sesión preboda nos permite ser más creativos. Podéis elegir un lugar que tenga un significado especial o explorar un entorno único que no sería posible el día del evento. Además, podéis probar diferentes looks y estilos para encontrar el que más os guste.
5. Reducir el estrés del gran día: El día de la boda puede ser caótico, y cada minuto cuenta. Haber realizado una sesión preboda permite mejora la sincronización con el fotógrafo. Ya habremos practicado juntos y sabremos qué poses o ángulos funcionan mejor, lo que ahorra tiempo y reduce el estrés durante la sesión de fotos del mismo día.
¿Qué esperar de una sesión preboda?
- Duración: Suele durar entre una y dos horas.
- Vestimenta: Optad por ropa cómoda y que refleje vuestro estilo. Podéis coordinaros en pareja para lograr un look armonioso o consultarme.
- Locación: Desde un parque hasta una cafetería favorita o una playa romántica, el lugar podemos decidirlo juntos.
- Resultado: Fotos naturales, llenas de amor y complicidad, que reflejan vuestra esencia como pareja.
Dicho esto, quiero que sepas que una sesión preboda no es solo una oportunidad para obtener fotos hermosas, sino también una inversión en tu tranquilidad y confianza para el día de la boda. Es un momento para conectar con tu pareja, disfrutar del proceso y crear recuerdos inolvidables.
Si estás planeando tu boda, considera esta experiencia como una forma de añadir aún más magia a esta etapa tan especial ;) Palabrita de fotógrafo.